El desierto de Atacama en Chile es el más seco del mundo, recibe la menor precipitación anual y al mismo tiempo es el desierto de niebla más grande del planeta. Sus suelos de orden Aridisol, aquellos que se encuentran en regiones áridas y cuya evaporación es alta. Esto, los hace tener un color extremadamente claro, dorados, de un grano extremadamente ligero. Y precisamente de estos suelos, el ceramista Santiago Sahli ha extraído minerales que ha aplicado al esmalte de estas piezas, haciendo una conexión más identitaria y simbiótica con el patrimonio natural de su país. Sahli, a su vez, rompe el barro conscientemente, dando importancia a la grieta, elevándola como huella necesaria de lo que quiere contar: raíces, pasado, templanza…
Arcilla blanca y engobe de porcelana. Las aristas y roturas han sido creadas de manera voluntaria por el artista. Esmalte verde tratado con minerales del desierto de Atacama (Chile). 18 cm (diámetro) x 15,5 cm (alto). 220 ml.
