POTT pone en valor la fragilidad del acervo de esta artesanía, su atemporalidad, su historia… Porque no hay nadie que no tenga vinculado algún momento de su vida a un objeto cerámico. Y no hay momento del día que se escape de su firmeza, desde la mañana a la noche, comemos, desayunamos o cenamos sobre piezas de cerámica, estamos más unidos de lo que parece a esta disciplina artística. Ya lo dice el escritor italiano Antonio Porchia: “Casi no he tocado el barro y soy de barro”.
A nosotros que nos manche la tierra…